-Jhon, vacílate esto ¿Me creerías si te digo que hay un retrato de Juan Vicente Gómez que dejaron abandonado en el Vaticano?
-QUÉ ¿Pero cómo va a llegar un retrato de Gómez al Vaticano? ¿Ahí no hay puros cuadros de religiosos? Gómez no era precisamente un santo, que se diga…
-Bueno, pilla la cosa. Los pintores del Vaticano siempre se han caracterizado por su altísima calidad en producción artística y en determinado momento la gente empezó a ir a sus talleres para encargar retratos especiales que, obviamente, la Santa Sede vendía.
-Uhmm, un negocio redondito ¿No?
-En 1935 la famosa fábrica de mosaicos San Pietro recibió un encargo para hacer un retrato de Gómez, quien para entonces era presidente y dictador en Venezuela. Se presume que iba a ser un obsequio para rendirle tributo.
-No vale ¿Mandar a hacer un retrato? A eso en mi tiempo le decían JALAR…B…
-Jhon, Jhon, cálmate un pelín. El tema fue que el cuadro nunca fue retirado del taller porque ese mismo año, el 17 de diciembre, Gómez pasó a mejor vida y los que lo encargaron nunca fueron a buscarlo. Porque ya pa’ qué…
-¿Y quién lo mandó a hacer?
-Tampoco se supo. Pero más de uno de los visitantes del taller San Pietro confirmó haber visto los bigotes del bagre de uno de los lienzos abandonados.
-Gente, si quieren que sus jefes se contenten con ustedes trabajen bien y ya. No se pongan a hacerles cuadros.
-Bueno, a ti ya te han hecho tus dibujitos en Midjourney…
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